Antes que nada, le agradezco de corazón al Padre Oliva que me guio en este viaje. Estuve esperando mucho tiempo para ir al Bañado de Cateura y gracias a él, estas imagenes fueron posibles. Los breves momentos que pasé ahí, fueron como una bofetada de la realidad. Hay instantes que dan un giro a todo lo que uno conoce, hay realidades que uno ignora pero una vez que te encontras con ellas, es imposible volver atrás y continuar viendo el mundo desde la misma perspectiva. Esa fue la verdad de mi experiencia.
2 comentarios:
Hola, excelentes fotos... Lo que es algo contradictorio, ya que retratan la gran pobreza económica que se vive ese lugar. No nos toca a todos directamente, pero para muchos es la realidad cotidiana, difícil de cambiar... Saludos.
Las fotos son impresionantes. Me encanta como vos controlas los colores y mezclas cosas en blanco y negro con cosas de un color.
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